Balanceo y Alineación del Equipo
Muy posiblemente usted asienta conmigo en esta afirmación: hoy día el mundo corporativo está conformado con profesionales con talento, conocimientos y experiencia, sin embargo, sigue siendo un reto mejorar la calidad de cómo trabajar juntos. Esto lo concluyo a propósito de escuchar una y otra vez frases tales como: "en esta empresa no logramos trabajar en equipo", "el apoyo que recibo del los demás", "no me siento apoyado por los demás o por el departamento X", "las cosas deberían ser distintas'', entre otras.
En todo caso hay una buena noticia aquí: esto es natural y simplemente amerita construir en función de recursos y expectativas. Más simple, es un tema de "alineación y balanceo", tal cual tú haces periódicamente con tu vehículo, por ejemplo, cuando cambias los neumáticos (llantas), si notas que el vehículo se va hacia un lado mientras manejas o si sustituyes la suspensión, para solo citar tres casos.
Si el equipo está tendiendo hacia la derecha o la izquierda, requiere revisar cómo se están comportando sus componentes. Es posible que la unión o conexión de ellos no sean óptimos y estén provocando ese desbalance, por ende necesita alinearlo para evitar el desgaste y así mejorar su vida útil; además de contribuir con la economía de combustible y recursos. No es un tema de la funcionalidad individual, sino grupal!
De igual manera, si necesitamos mejorar el giro la rueda (la parte individual) y así evitar que el vehículo vibre en determinadas velocidades y a su vez preservar o extender su vida útil, es recomendable realizar el balanceo de las mismas. Tratarla de manera particular cada llanta.
Hacer un símil de ambas actividades y el desempeño del equipo es válido ya que no tiene que ver con la calidad independiente de cada componente, sino más bien cómo logran en conjunto mantener un equilibrio y armonía de tal forma que la utilización de todos sea efectiva y productiva.
De eso se trata lo que llamamos Desarrollo del Equipos de Alto Desempeño. En estructurar la adecuada cohesión de las partes, para que en su conjunto cada individuo no solo haga su trabajo, sino que mantenga "el balanceo y alineación" de todo el ecosistema para que el los resultados esperados, al fin de cuenta, sean constantes y estables.
Esto requiere de los individuos que componen el equipo:
Apertura e interesarse como está haciendo su labor respecto al equipo y cómo éstos lo valoran.
Distanciarse de lo que entiende que hace y observarlo desde el cómo se conecta o le da continuidad en conexión con otros.
Identificar que habilidades o herramientas todavía no ha traído al equipo.
Considerar que el trabajo no solo sucede desde el conocimiento y expertise, sino con convivencia con otros.
Ceder (y hasta dudar) de lo que entiende lo mejor para el equipo. Esto provocara e invitará a la escucha.
Compartir experiencias y entendimientos, sin pensar que son insustituibles.
